
El teletrabajo se ha consolidado como una modalidad laboral esencial en España, especialmente tras la pandemia. Sin embargo, su crecimiento ha requerido una regulación clara que garantice tanto los derechos de los trabajadores como las obligaciones de las empresas. En este artículo, te explicamos el marco legal vigente en 2025, incluyendo las novedades más relevantes y cómo afectan tanto a empleados como a empleadores.
La normativa principal que regula el teletrabajo en España es la Ley 10/2021, del 9 de julio, por la que se modifica la Ley Reguladora de la Relaciones de Trabajo a Distancia. Esta ley establece un marco jurídico claro que busca proteger a los trabajadores en remoto y facilitar la gestión eficiente de las organizaciones.
El derecho al teletrabajo no es automático ni individual, sino que debe ser acordado entre ambas partes: empresa y empleado. No obstante, ciertos colectivos, como personas cuidadoras o víctimas de violencia de género, tienen prioridad en el acceso a esta modalidad si las condiciones laborales lo permiten.
Una de las medidas más destacadas del marco legal es el derecho a la desconexión digital , que se verá reforzada en 2025. Este derecho permite a los trabajadores no responder correos, mensajes ni llamadas fuera de su horario laboral, incluso durante vacaciones, permisos o bajas médicas.
Este derecho está respaldado por el Real Decreto-ley 3/2023, que establece sanciones para las empresas que interfieran con el descanso del trabajador.
¿Sabías que? La desconexión digital también implica que la empresa debe definir claramente los horarios de trabajo y evitar prácticas que induzcan al sobreesfuerzo o la disponibilidad constante.
Los teletrabajadores deben disfrutar de las mismas condiciones laborales que sus compañeros presenciales. Esto incluye:
Esta medida busca combatir cualquier discriminación indirecta derivada de trabajar desde casa u otros espacios no corporativos.
Las empresas están obligadas a proporcionar los equipos informáticos necesarios (ordenador, software, conexión a internet) o compensar económicamente a los empleados por los costes asociados al teletrabajo.
Según la Ley 10/2021, estos gastos deben estar reflejados en el acuerdo de teletrabajo y serán objeto de negociación entre ambas partes.
Recomendación: Las empresas deberían considerar bonificaciones en la factura de internet, ayudas técnicas o seguros específicos para equipos de trabajo.
El teletrabajo no puede limitar el crecimiento profesional del empleado. Por ello, las empresas deben asegurar el acceso a programas de formación y oportunidades de promoción interna en igualdad de condiciones que el personal presencial.
Si el teletrabajo se desarrolla más del 30% de la jornada laboral durante tres meses consecutivos , es obligatorio formalizarlo mediante un acuerdo escrito . Este documento debe contener:
Este acuerdo puede formar parte del contrato de trabajo o ser un anexo al mismo.
Desde 2023, todas las empresas están obligadas a llevar un registro horario del teletrabajador , que debe ser accesible y respetar su privacidad. El objetivo es garantizar que no se exceda la jornada máxima legal y que se respete el derecho a la desconexión.
Importante: Este registro debe ser transparente, fiable y fácilmente comprobable por parte de la Inspección de Trabajo.
Aunque el teletrabajo se realiza fuera del entorno empresarial tradicional, la empresa sigue teniendo responsabilidad en materia de prevención de riesgos laborales . Debe:
El incumplimiento en este ámbito puede dar lugar a sanciones administrativas o responsabilidades civiles.
El cumplimiento de la normativa de teletrabajo no es opcional. Quienes incumplan la Ley 10/2021 pueden enfrentarse a multas significativas. Estas sanciones son gestionadas por la Inspección de Trabajo y Seguridad Social , y su aplicación dependerá de la gravedad de la infracción.
En 2025 se espera la entrada en vigor de nuevas reformas laborales, entre ellas, la posible reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales . Este cambio podría tener repercusiones directas en la organización del teletrabajo, como:
Además, se prevé un aumento en la regulación sobre inteligencia artificial y supervisión digital en el entorno laboral remoto, con especial énfasis en la protección de datos y la privacidad del empleado.
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